

CHEESECAKE DE FRESA SIN HORNO | FÁCIL, CREMOSO Y FRESCO
Descripción
¿Buscas un postre que sea tan delicioso como fácil de preparar? Este cheesecake de fresas sin horno es ideal para compartir en verano, sorprender a tus invitados o simplemente darte un gusto dulce. Su textura cremosa, sabor fresco y presentación irresistible lo convierten en una de las tartas frías favoritas.
Una receta estrella para los días cálidos
El cheesecake de fresas es uno de los postres más populares por su combinación perfecta de frescura, suavidad y dulzura frutal. Esta versión sin horno es aún más práctica porque no necesita cocción en el horno, lo que la hace ideal para climas calurosos o cuando se busca una receta rápida y efectiva.
Además de su sabor exquisito, este postre destaca por su presentación: el color rosado natural de las fresas y la textura firme pero delicada de la crema, lo convierten en una opción perfecta para celebraciones, cumpleaños, cenas especiales o eventos al aire libre.
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Ingredientes de cheescake de fresa
Base:
Crema:
Cobertura:
Preparación de cheesecake de fresa
Preparar la base:
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Tritura las galletas y mézclalas con la mantequilla derretida. Coloca la mezcla en un molde desmontable y presiona bien para formar la base. Refrigera mientras preparas la crema.
Licuar las fresas:
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Licua los 175 g de fresas con los 50 g de azúcar hasta obtener un puré. Reserva.
Hidratar la gelatina:
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Remoja las 5 hojas de gelatina en agua fría durante 5 a 10 minutos.
Mezclar la crema:
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Bate el queso crema hasta que esté suave. Añade la crema de leche y sigue batiendo hasta integrar.
Calentar el puré:
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Calienta el puré de fresas sin que llegue a hervir. Divide en dos partes: una para la crema y otra para la cobertura.
Incorporar la gelatina:
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Escurre las hojas de gelatina hidratadas y agrégalas a una de las mitades del puré caliente. Mezcla bien hasta que se disuelvan por completo.
Integrar la crema con el puré:
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Agrega una parte de la crema al puré con gelatina para nivelar temperaturas, luego mezcla todo hasta obtener una textura homogénea.
Verter la crema sobre la base:
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Vierte la mezcla sobre la base de galletas. Alisa la superficie y refrigera durante al menos 1 hora.
Preparar la cobertura:
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Hidrata la hoja de gelatina restante. Calienta la otra mitad del puré de fresas con los 90 g de azúcar, retira del fuego y añade la hoja de gelatina escurrida. Deja entibiar.
Decorar y refrigerar:
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Vierte la cobertura sobre la tarta ya firme. Puedes añadir fresas en rodajas finas para decorar. Refrigera 4 horas más o hasta que esté completamente firme.
Desmoldar y servir:
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Pasa un cuchillo por los bordes para desmoldar fácilmente. Sirve frío.
Nota
🧠 Consejos útiles
- Usa fresas maduras para un sabor más intenso.
- Si no tienes hojas de gelatina, puedes usar 1 sobre de gelatina sin sabor en polvo por cada 3 hojas.
- Decora con fresas frescas, menta o chocolate blanco rallado para un toque especial.
- Para una textura más ligera, puedes batir ligeramente la crema antes de incorporarla al queso.
- Si quieres acentuar el sabor, añade unas gotas de esencia de vainilla a la mezcla de crema.
🍓 Variaciones y sugerencias
- Sustituye las fresas por otras frutas como mango, frambuesas o arándanos.
- Haz porciones individuales usando moldes pequeños o vasos transparentes.
- Usa galletas de chocolate o integrales para una base con más personalidad.
Preguntas Frecuentes sobre el Cheesecake de Fresa
¿Puedo usar fresas congeladas?
Sí, pero asegúrate de escurrir el exceso de agua tras descongelarlas para que no afecte la textura
¿Qué tipo de galletas usar para la base?
Puedes usar galletas de vainilla, mantequilla o integrales. Las de chocolate también combinan bien.
¿Cuánto tiempo dura en la nevera?
Hasta 4–5 días si se conserva bien refrigerado y tapado.
¿Puedo congelar este cheesecake?
No es lo más recomendable, ya que la textura puede verse afectada al descongelar. Mejor consumirlo fresco.